Nunca he ido más allá
de mi jardín.
Pintaba palabras y toda
la ciudad estaba cubierta de lodo.
En algún momento pensé tatuar la espalda: all we need is love o love
its all you need.
Mandé hacer tarjetas de
presentación para sobrevivir a los sentimientos.
Luego coincidimos en la
bañera.
En el eco de los pasos
al subir la escalera de piedra.
Nos miramos al correr
de las notas musicales en el apartamento.
Lleve pan y la mesa estaba
puesta.
Pasamos del tecnicolor
al blanco y negro espiritual.
Agua mineral en copas
altas. Descorrer los números nones de los azulejos en la penumbra, al cerrar
los ojos.
Levanté un deseo como
quien hace una plegaria.
Me gusta el tono de tu
voz aun cuando callas.
En el recuerdo al
presente en mis manos, tus pechos se han empequeñecido.
Vayamos al jardín de
nuevo. Escondidos entre los árboles.
Cuadriculemos los
rostros de los que nos miran con tanta envidia.
Busquemos los
documentos acreditando la residencia y la ciudadanía de nuestras edades.
Cántame al corazón
antes del oído. Entra en mi laberinto.
Vayamos de vuelta con
el tic tac del reloj en las manos.
Dejemos la mañana encontrarnos
con el trigo.
Este bosque de jardines
altos y robustos, enmedio de la ciudad plomo y sangre: gasolina templando la
temperatura mientras nos reciclamos.