Tardaron mucho en llegar, los de la Caravana de la Esperanza. Algo más de dos horas de retrazo. Cuando el sol ya se habia marchado, dando paso a la luna.
Con el encendido nocturno, a espaldas del templete, ahi esta el aula magna, presenciando, atonito y adusto, como se van agrupando aquellos que se han atrevido a movilisarse, a los que si les interesa lo que esta sucediendo, por los mas de 40 mil muertos y desaparecidos.
Los apaticos asustadizos siguen por television las noticias del arquitecto benavides.
En esta plaza publica, suplican los agraviados y los solidarios.
Ya no eran los mismos , los que aun se encontraban, con los que se congregaron a la hora fijada.
Monterrey fué una modificación del plan inicial, se desviaron, con la unica intención de llegar a una ciudad tan atribulada, que ha caido, aunque no lo quieran reconocer las autoridades.
Como sucedio en la fundación, o cuando los estadunidenses ondearon su estandarte en el obispado, o los franceses. Esta es la cuarta caida. Que parece imposible de recobrar, como lo han hecho hasta hoy, con el uso indiscriminado de la fuerza. La infiltración de los tres niveles de gobierno.
Aqui el pato lo paga el ciudadano. No la autoridad.
Todo el estado de Nuevo León es un sitio lunatico, donde el miedo y la violencia es cosa nuestra.
Algunos asistentes, desesperados, aun agobia el calor, la tarde noche que arde, los que se escaparon de la chamba, los disidentes profesionales, los locos, a los que la urbe poco a poco, ha ido segregando.
Aqui estan todos.
Los que le hacen el caldo gordo al estado, aunque cobren sueldo en la UANL. Misioneros de la palabra que quema pero que no consume.
Altermundistas de la visión catastrofista. Musicos que aun no logran el estrellato, porque llegar muy lejos es privarles de su entorno. Licenciados no licenciosos sino centrados, defensores de las causas imposibles que miran el chamorro de chicas en minifalda.
Las chicas de corazón de caramelo, que reclaman amor asexuado.
Defensores de los derechos humanos, las garantias individuales, con el jesús en la boca, y las ganas muy largas.
Arquitectos egresados del Tecnologico de Monterrey, que creen que estando aqui, es lo más cool, in, y extremo, de los deportes urbanos que han practicado.
Entre todos, estoy. Entre una multitud simbolica que se reconoce agraviada.
Los que cantan aligerando la espera. Los que cuelgan las pancartas. Los que quedaron de tomar un café cuando todo esto termine, no se si el evento o la ola de ejecuciones, o el fin del mundo en el 2012.
A los que leen poemas que no se entiende palabra alguna, pero le hablan a la madre tierra y a los aztecas con la misma familiaridad que un lactante le pide agua a sus padres.
Los cantantes vestidos de blanco, panameño en la cabeza, o los que se encapuchan con canciones de la tijuana no.
Pero aqui estan los milicos, mas de 30.
Cabello a rapa, identico outfit: playera blanca, pantalon de mezclilla firmemente planchado, de botas negras lustradas y reloj puntalmente sincronizado. Haciendo ronda, de dos en dos, nunca solos, pues se protejen las espaldas, no de las balas sino de las consignas que les lanzan, ellos paseando en el rectangulo, con tan finjida tranquilidad que no disfrutan estar en descanzo.
Quien conoce la primavera norestense, compra agua, cocas, papas, conchitas en los carretones, o cruza al oxxo por un lonche, de jamon, con bolsa aparte de chiles en conserva.
Cuando la comitiva hace su aparición, el trafico queda interrupto.
Aqui pasa la poesia dolorosa, alla la lagrima no descanza. En el descanso de la multitud que se aglomera, doña rosario espera y se une.
Vivos se fueron y vivos los queremos.
Como tablas de multiplicar las historias se repiten desde el templete. Les escuchamos. La muerte tiene muchas caras y pocos permisos.
Elementos comunes: la impunidad, el cinismo, la falta de oportunidades, la cooparticipación, los dos criminales organizados, los gubernamentales y los cárteles.
Estandarte en mano, un don MIguel Hidalgo, hibrido entre el procer y con el rostro de Saúl Hernandez, vocalista de Los Caifanes, en el medio de la fuente desecada, osberva fulgurante.
La comitiva compacta, los de la avanzada, asean la plancha de concreto. La dejan en mejor estado de com la recibieron. Lección civica.
Ellos mismos, con sus hijos, pasan y ofrecen gratis botellas de agua, a quienes apoyan a este gigante hermoso llamado sociedad civil.
De ello, France 24, Canal 22, Milenio Television, elnorte, el porvenir, Canal 7, Quincediario, y las más de mil personas, con fervor lapidario exhalan: ni una gota de sangre más.
