Tuesday, May 19, 2009

TUMOR CON PATAS




Te amo chiquito, papacito, deja te mando muchos besitos, mua mua mua.
No me cagaba el día que llamara a mi trabajo, en la redacción del periódico. Si no que pidiera hacer lo mismo. Devolver todas las muestras de afecto. Mientras cada uno de los compañeros en silencio expectantes con la mirada fingida en el monitor son todo oídos.
No tendría impedimento o problema si estuviera en un privado, o en un cubículo; si por lo menos mi labor estuviera en la sección de espectáculos o de cultura, rodeado de tanto gay, lesbiana e indeciso.
Pero trabajar en el vespertino, en las verdaderas páginas de labor periodística, menos socialite, más apegado a la realidad, a los violadores, los borrachines, las matronas, los pancheros y las sexoservidoras: pura gente fina.
Por supuesto, Sonia pidiéndome besitos al otro lado de la bocina.
Me voy a tomar unos días, comuniqué a mi editor.
Cuenta con ellos asintió en su privado, que todos le llamamos la pecera. Su humor cambiante o el encontrar un texto erróneo e inexacto siempre a López lo ha enfurecido.
Cuando se trata de asuntos de falda siempre es muy comprensivo.
Voy a ver a Sonia le confié.
Órale, vas a ir hasta Jalisco. Suerte, lleva condones y no te claves. Las pensiones son caras y si son a distancia, implican gastos extras.
Viajé 14 horas en autobús. Al llegar al poblado desconocía si las ansias eran más fuertes o el cansancio vencería.
Pasó a la central. Instalado en la casa de un amigo de ella. Conviviría una semana con plenos desconocidos.
Prometí no hacer el amor contigo, para saber si lo nuestro puede sobrevivir a la distancia.
Una gran jalada puritana intuí, si unos cuantos meses antes pasamos todo el fin de semana, en el otro extremo de Jalisco, en Lagos de Moreno, haciendo el amor mañana-mediodía-tarde-noche-madrugada.
El primer día me presentó a sus padres. El segundo día la acompañe al campus de la UDG donde labora. El tercero me presento a sus compañeras de cabina de radio. El cuarto fuimos a un arroyo a pasar la tarde, leer poesía y ser devorados por los mosquitos.
Las últimas horas de esa visita en su VW vimos la ciudad desde un mirador. Al lado de la plataforma que el municipio le construyó a los skatos.
En ese sitio rompimos la dieta.
Vaya que es incomodo la parte posterior del automóvil, de color rosa, como todas las cositas que Sonia guarda de kitty, con las que adornan su vida, cuerpo y accesorios.
De regreso en Monterrey, López me preguntó si había decidido algo con ella.
Si, parece que vamos en serio. Las llamadas insistentes continuaron. Misterio velado a las dos semanas después de perderle la pista. Dos meses después el reguero de polvora con el advenimiento de su primer hija.
La insistente abstinencia era para evitar dañar el producto. Que le saliera canquedado o con tres piernas o brazos.
Vaya tumor con patas, me contestó López, si serás pendejo. Síguele mandando besitos por teléfono, a lo mejor así la embarazaste.



No comments: