Monday, November 28, 2011
Supira el aire
Feo, lo que se dice feo, no lo es. Se lo hace sentir su progenitora. El amor incondicional, ve perfecto. Inmaculado.
Todo lo perdona, incluso hasta los éxitos.
Se consiguió un tenme aquí, vive de sus rentas.
A partir del mediodía, de lunes a viernes, separa los bultos de frijol por kilos, a los kilos les retira las piedras y basura. Luego los embolsa y los lleva al Mercado Juárez a vender.
De ahí se pasa al Mariscos Monterrey, pardeando la tarde.
Bebé tres carta blancas de media. Selecciona música en la rockola.
Canta como Robert Plant, bajea místico como Nikki Sixx, martillea el aire a lo Van Halen, aporrea la mesa preciso purrum pum pum splash splash Lars Ulrich.
Ya es medio calvo.
En el baño, de casa, de casa de su madre donde vive de arrimado después de su tercer divorcio, guarda con nostalgia, sus botes medios vacíos medio llenos, de Aqua Net.
Thursday, November 24, 2011
Usos útiles para un enano
I
Como todos le llaman Tatu, sus compas de la colonia Santa Cecilia, tiene alta estima.
No dudó, en nada, para ir a pedir trabajo como guardia de seguridad, después de desertar en la preparatoria 15 madero.
Lo contrataron más que por lástima por miedo a una multa de la comisión de ciudadanos con capacidades diferentes y a los derechos humanos, porque es necesario el compromiso social de la empresa.
En la Jungla de Timo cuida al mono araña, le da de comer a los pollitos y a las tortugas de agua.
El hit es, cuando pasea arriba del Pony. Se siente jockey en el hipódromo.
II
Al Tatú lo despidieron pasada la temporada navideña. Ya no resultó ni interesante ni digno de lastima.
Ya no le decían ternurita las niñas visitantes a la tienda de mascotas.
Como un compa en desgracia no se le deja morir, los chalanes del taller mecánico en Santa Cecilia, lo recomendaron con el Hummer de la Cementos.
Se dedican al robo a transeúntes, mediante el método de selección aleatoria de víctimas.
Tatú les hace banquito y el Hummer corre con las pertenencias atracadas.
III
La carrera ascendente del Tatu, en sociedad con el Hummer, los convirtió en leyenda.
Comenzaron a cobrar por las asesorías, a los aprendices a pancheros de la colonia Hidalgo y la Industrial.
Como todo ascenso social precede a actividades menos peligrosas, motivados por el éxito como descuenteros, lo suyo ahora: robo a casa habitación.
Ayer en Satélite, ahora Cumbres, mañana en Linda Vista, pasado la Anáhuac.
El pastel urbano, inmenso. Solo le falta su cereza criminal.
IV
Se hicieron de varios juegos de llaves maestras. Con sus ahora ayudantes de la Industrial y de la Hidalgo roban por encargo.
Tsurus, jettas, ecotaxis.
El tatú usa ropa de marca, talla ocho años, zapatos del dos mexicano. Pulsera y collar de oro de 24 kilates.
Como no se puede andar por la libre sin pagar piso, al tatú y el hummer los levantaron la raza de la Sierra Ventana.
Al hummer lo tablearon con la rompeculos oficial. Al Tatu, con una regla de metal de 30 centimeros. No hay porque irse al baño, nomás hay que alinearlo.
V
Lo entrenaron en Salinas Victoria. Se graduó con la generación de Marín. Echo verbo y bala en Cancún, obtuvo su master secuestrando migrantes en Veracruz.
Cuando la compañía se separó, le encargaron la zona norte del área metropolitana.
El Tatu y su compa Hummer ahí siguen jalando.
Tranquilos despachan en la casa de seguridad en el barrio heroico de San Berna.
Los fines de semana para relajarse del jale, Tatu lo pasa en familia y visita a su morrita en Revolución Proletaria.
Los dos hijos que tiene le salieron normales, dice orgulloso.
Saturday, November 19, 2011
La Ley de Murphy
Terminé de tender la ropa.
Tomó toda la mañana y parte de la tarde.
Ell sol secará la humedad.
Usé suavisante olor lavanda.
Todo un hombre de casa, desempleado.
Descorrí el ventanal que da al parque.
Grite: Ahora si, a chingar a su madre.
Arrojé la gata desde el segundo piso.
Mi mujer sabría quien manda en casa.
Saqué el six de cerveza. Abrí todas las latas. Prendí un cigarro.
Sentado, sudoroso, veo Acabatelo!.
Que buenas tetas y nalgas tienen las morras.
La próxima vez, cuando mi mujer discuta, la empujaré del balcón.
.
la balada del puente rube

borrachines putas pendejos
mecánicos equilibristas banqueros
futbolistas caminantes transnochados
pelones grenuños trasquilados
periodistas come mierdas ajetreados
empresarios trinqueteros piñeros
taiboleras meseros encargados
burócratas alcaldes gobernadores
sindicos regidores afanadores
escritores faras faras mariachis
matlachines payasos ojetes
soldaditos policias halcones
pinches cocineros estudiantes
desempleados jotos lesbianas
bugas bisexuales transgeneros
punketas ninis magazos
rockeros skatos cumbieros
cholombianos reguetoneros tex mex
comelonches muerdealmohadas soplanucas
sacerdotes predicadores musulmanes
judíos indígenas chinos
negros blancos culeros
fresadores camioneros quinta rueda
profesores sindicalizados progresitas
liberales conservadores izquierdistas
masajistas poetas licenciados
doctores analfabesitas rezagados
casados arrejuntados solteros
junkies catarrines cocainómanos
desempleados subempleados que viven de sus rentas
sicarios pirañas dragones
tragafuegos apagafuegos incendiarios
músicos voceadores afilacuchillos
los muy vivos agonizantes muertos
todo cabe
se asolea
cual sillón desvencijado
lagartija tapete sucio
bajo el puente rube
en monterrey.
.
Wednesday, November 09, 2011
El Pequeño Cabo Rosti

Colocó tantos anuncios, como fueron necesarios para promover su producto. Calles, avenidas, privadas y andadores. Hasta en las oficinas de la policía y buen gobierno.
Se anunció en todos los diarios, suplementos libres, publirreportajes, las hojas volantes y fanzines de diversas filiaciones políticas: morales y hasta de fluctuaciones económicas.
Pensó hacerlo en radio y en televisión, colocar banners en google, twitter y Facebook.
Ello rebasó por bastante el presupuesto inicial. Vale la pena la inversión, justificó.
Se hizo famoso con su único libro. El arte de ganar de todas todas. Tiraje un millón de ejemplares, quinientas páginas en blanco para ser rellenadas por el lector, que escribirá un libro distinto con cada compra.
Su producto secreto, un éxito creativo: ofrecer palabras blancas sin macula, al mejor postor. La venta no lo hizo lo que se dice millonario.
Tan solo le permitió comprar el ejército de caballería, que desde niño soñó tener.
wild wild west

Llegó a tiempo, en su cita con la democracia. Bien duchado, perfume Swiss Army.
Hizo fila cubriéndose el rostro del tenue sol con una sombrilla.
Un poco larga comentó con el vecino de fila, llegaba un par de calles arriba la manzana.
Le entregaron varias papeletas.
Señalaron el cubículo.
Destapó la mampara. Conservador, liberal y socialista. Tomó el crayón y listo.
Dividió los sufragios. Para el senado envió a los socialistas. En los diputados al liberal, solo que en la presidencial la dejó en blanco.
Listo. Contento de cumplir el deber ciudadano.
Ahora vive en un país sin presidente, que se maneja tan bien, que los ciudadanos han pensado modificar la constitución.
Tuesday, November 08, 2011
Xtra Care

Xtra Care
Consiguió trabajo y ese ha sido el mayor éxito en su vida.
A sus cuarenta y dos años, con las axilas depiladas y el cabello pintado de negro azabache, llega primero a la fábrica.
En épocas de recesión, tener empleo es un lujo.
Lo colocaron en la línea de producción, en una interminable hilera.
Debería colocar a las bombas nucleares el estallido, a los programas cómicos las sonrisas, y a los versos de los poetas, intención, cadencia y alma.
the invisible man

Carece de importancia describirle el físico a detalle. Las manías lo hacen creíble, singular. Despierta riguroso a las siete menos cinco.
No requiere de luz en la habitación, pues la conoce perfecta.
Siempre pone el pie derecho y el dedo gordo, es el primero en tocar el piso.
Se talla la barba y prende el televisor.
En una mesa adjunta, tiene colocados diversos utensilios.
Para ver bien las noticias, usa binoculares para la sección internacional, nacional, local y policía.
Para la sección deportiva, autos y tecnología, los microscopios.
El telescopio a la hora del espectáculo y lo cultural.
Thursday, November 03, 2011
downtown people

Salieron no de las alcantarillas, huelen a basura. De todas partes. Cucarachos del asfalto.
Invertido negro nalgon apretadito de mallones, zapatos de tacón, piercings y calentadores, esbelto figurín hermafrodita.
Diablo pachuco vestido de azul, veterano de Vietnam, bolsón de piel nombre impreso pide su caja feliz en Mcc Donalds.
Morena con braquets, sonriendo sexosa busca la entrepierna del urgido inmigrante ilegal, aprendiz de jardinero.
Media cuadra abajo, abre la puerta el tren ligero: Nuevos locos emergen.
Fantasma de JFK camina descerebrado entre las lineas del memorial. Lee Harvey Oswald guarda despreocupado, el rifle humeante en la carreola.
Downtown dallas. Homeless okupa.
Turbocop Rivera

Soy Pedro, su chofer de la ciudad de Dallas a Laredo. Estoy para servirles en todo el trayecto.
Este viaje es sin escalas. Tiene una duración de ocho horas y media.
Las personas que viajen sin compañero pueden extenderse, ya que somos el total de pasajeros.
Nuestra unidad cuenta con marcador de velocidad y servicio sanitario.
A quienes utilicen el baño, les pido le flushen. Es un botón negro, cuando se sienten en la taza. En la parte baja, del espejo.
Flushen para que se vaya todo y así la persona que entre después lo encuentre limpio.
Buen viaje, mi nombre es Pedro y soy su conductor.

No conoce el mar. Tampoco de la brisa que se impregna en el cuerpo, cuando se está tan cerca del borde. El sonido de las gaviotas, cantando mientras el sol besa el horizonte, las olas.
En lo que si cuenta con vasta experiencia: los hoteles de paso de la avenida madero.
Prefiere los de los pisos inferiores, si hay necesidad de salir corriendo a medio vestir, por los militares o los mañosos.
¿Crees en dios? Pregunta con cada orgasmo. No sé, contesto.
Tuesday, November 01, 2011
letra y musica

Interminable parece el viaje. Con el boleto de regreso, el tiempo antes de abordar. Sentado en la sala de espera.
Caras largas, prisa, atiborrado de pendientes, bolsas, bultos, recuerdos y condiciones.
Disfrutar la soledad es ahondar en el resentimiento.
La valija no requiere sellos. Pasar por tres o cuatro filtros internacionales. Machetero trashumante obnubilado. Dentro solo artículos personales con valor cero.
Lo importante viene y va conmigo, en la memoria.
En la sonrisa de la gente que me llevo.
Hasta pronto Dallas, hola de nuevo Monterrey.
Montyput

Con tanta violencia, inverosímil plaza donde redunda lo infame. Todos dicen de todo, pero nadie hace nada.
Los regiomontanos, ahora acobardados, somos una caricatura, distorsionados y agachones.
El hazmereir de la nación mexicana. Una piltrafa humana socializada: neuróticos y birlados.
Me preguntan cómo es que no se organizan y salen a la calle y piden solución a las autoridades.
Carezco de la palabra justificadora.
Solo sé que vi llover (las balas) y vi gente correr (escondiéndose en sus casas), y no estabas tú (ni el gobierno ni la sociedad civil).
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