Wednesday, August 10, 2005

Ordinaria Locura


Entrega envenenada


Cierras los ojos en tu cubículo. Es la plataforma de despegue al mundo real.
La luz es blanca. No sabes si es de día o de noche. A veces, en muy contadas ocasiones, percibes el viento aullando contra las paredes de este sexto piso.
Por un momento, en la fábrica de noticias, te imaginas tumbado junto al mar. Sudando. La arena está tibia. Puedes caminar sin necesidad de sandalias. No te preocupa te vean esa uña amoratada, producto de una encontronazo en el futbol.
Escuchas el rugir de las olas. Es casi medio día. Se antoja meterse a nadar un buen rato. Las gaviotas sobrevuelan a una pareja de ancianos. Ellos entregan pan y ellas corresponden con su canto.
Traes el bronceador y hueles a coco. Lo untas por todo el cuerpo. Las instrucciones dicen: evite el contacto con los ojos.
Quitas de las manos los restos de la solución, utilizas la toalla. Todo el ambiente huele a mar. Estas frente a él. Lo desafías en secreto.
Alguna vez ella te dijo: siempre te he imaginado vestido de lino color caqui, escribiendo algún poema inolvidable para mí. Verte en la puesta del sol, decirte anda, la cena esta servida. Pero no. Ella se fué. Y te dejó una nota: contigo ha quedado maldito el amor.
Y ahora estas frente al mar. Son solo tú y él, o ella, el mar o la mar: amar, alamar, adamar, alarmar, alejar.
Todo en esto tiene sentido.
En relación a su envío amparado con el número de guía 2615510047713 le informamos que desafortunadamente sufrió un siniestro de robo la unidad que transportaba su envío, lo cual se acredita en el acta levantada ante el Ministerio Público correspondiente.
Situación por la cual le experesamos nuestras disculpas por este desafortunado incidente, lo cual mucho nos apena, ya que excepcionalmente sufrimos este tipo de hechos, mismos que la Ley considera como fortuitos, entendiendo como tales aquellos que están fuera de la voluntad de este prestador de servicios, pues no se le pueden prever o aún previéndolo no se puede evitar.
Así mismo le informamos que el Acta levantada ante el Ministerio Público se encuentra pendiente de ser liberada. Debemos mencionarle que una vez certificada dicha acta le haremos llegar una copia de la misma.
Ante esta situación nos resta reiterarle nuestra solicitud de cooperación, agradeciendo su comprensión quedamos como siempre a sus órdenes para cualquier aclaración o duda.

Enviaste un paquete y este no llegó a su destino.
No puedes cobrar ese dinero extra para comprar tu boleto de avión e irte al mar.
Te lo deben en la editorial. Es parte de tu trabajo pero el hampa citadina, de una manera diferente, te ha vuelto parte de las estadísticas, de la ciudad más peligrosa del mundo.
Abres los ojos, alguien estornuda. Otro le dice salud.
En resumidas cuentas el bochorno y la desesperación te esperan con puntualidad a la salida.

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