Soy
muy caliente, tanto como olla exprés. Hiervo por dentro, efervescente en cada centímetro
cubico de los poros. La piel. Lo emano. Lo llevo en mi sangre caribeña. Cosa
grande caballero.
Desde
niña. A donde quiera que voy estoy pensando en eso. Elucubrando. Clavo la
mirada en el paquete de quien se me ponga en frente. Dan ganas de agarrarlo. Arrancarlo.
Llevármelo a casa. Jugar con el.
Como
si fuera la matatena. O el bumerang.
Tengo
un pequeño defecto, soy virgen. Guapa, inteligente y virgen. Eso y muy puta.
Defecto
para varios. A mi no me estorba.
Total,
no se me mete el calzón en el coño.
Y
quiero continuarlo siendo.
No
se si algún día me case. Por el momento me asusta el dolor.
Es
un estereotipo cínico de expresividad.
Sexo
y dolor es un mal principio. Todo es valido. Menos introducirse en mi vagina
rosa.
Jugueteo
con los chicos de la prepa. Los he invitado a hacer la tarea en casa, en
equipo.
Siempre
he tenido la suerte de tocar con los más guapos de la generación.
Y
los mejor dotados.
A
tres de ellos les he hecho la mejor mamada del mundo en lo que va del ciclo
escolar.
Estamos
trabajando en el estudio en casa.
El
recurso es el mismo:
¿puedes
ayudarme porque se esta tirando el agua del tinaco? Mis papás están de viaje en
europa y la muchacha no sabe como arreglarlo. Tengo miedo que se descomponga
algo.
Con
el primer acomedido subo a la azotea.
Desde
la escalera me voy inclinando adelante para que me vea la tanga debajo de la
tanga. Para que se interese. Irle vendiendo la mercancía. Sopla diablo sopla.
Uno
bien guarro me dijo: lúcete nena lúcete.
Eso
me calentó hasta la ebullición.
Le
agarre el pene y le dije, vente chiquito. A ti te voy a dejar zambo.
Le
desabroche los botones de su levis 501.
Usas
calzones de viejito le dije. No le aunque. ¿le vas a hacer el feo?
Claro
que no mi vida. Déjame que te despeine.
Nos
tendimos y quedamos en interiores.
Lo
bueno es que la muchacha barrió ayer. No hay tanto polvo. Es muy desagradable
tener el culo manchado. O las rodillas, peor.
Me
subí encima de su pene.
Nos
movimos navegantes.
Intento
hacer a un lado la tanga. Va para dentro.
No
mi rey. La casita esta sin inaugurar.
Es
así o nada.
Pero
es un crimen, me dijo.
Nada
nada. Te voy a ayudar con la boca. Podemos hacerlo anal. Si quieres. Pero por ahí
no.
Se
enojo mucho. Es su problema. No el mio.
Vámonos
me dijo.
Seguramente
después del faje se hizo justicia, en el baño, con su propia mano.
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