Telekinesis style

Todo lo puede el poder de la mente. Ampliar los horizontes. Hacerlos transitables. Invertir la polaridad de las baterías del control remoto.

Doblar cucharas, bajarle al retrete sin dejar la mercancía en el mostrador y agarrar las nalgas a la vecina, desde la comodidad de la mecedora en el porche de la casa, tomándose una cerveza familiar, sin despeinarse.

Es onda de poner atención al asunto, dejar de estar comiendo mocos, que te van a correr de la fabrica, que te van a rebajar todas las llegadas tarde, que la morra que te gusta en la sección de flejes internacionales esta a punto de dártelas nomás gánate los favores, sigue insistiendo te dijo tu compadre en el transporte de personal, en su labor de agente doble o celestino.

Fija la mirada en el sitio correcto. Olvida de la crisis en el hogar, o en el mercado cambiario.

Si cada vez que puede tu pareja viene a joderte, no caigas en sus fauces. No permitas que sus colmillos de leona recién parida te perturben.

Estas en camino de lograr la paz interior.

Atiende plegarias. Los vaivenes de la vida te llevan a ganar.

Habla con los átomos, despeinarlos, vuélvelos a agrupar. Dispón de ellos como lo haces con las manzanas en el frutero.

La mente es el gran aliado inquebrantable que se puede entretener con el paso de una buenas nalgas.

Juega con los impulsos de la fe y el sexo.

Prohíbe lo que los demás hacen con frecuencia. Da la vuelta en u al principio. Vuela con el viento.

Gasta las palabras. Sácales punta. Procura ser tú. Atraca el puerto lleno de piratas.

Construye la maquina que te permita decir la grosería antes de pensarla.

Maneja implacable el laberinto del planeta de la espuma.

Este es un anuncio de cerveza. De la que tienes sed desde hace meses.