Te lo
juro, no es mamada, hay una vocecita que me dice mata a todos los del canal.
Desde
que despierto, en casa de mis papás, la vocecita se hace presente.
Prendo
la televisión en los canales de entretenimiento infantil. Mientras me pongo las
pilas para andar a tope. Sacó del frigo bar la bebida energizante con la imagen
del Santo.
Manipulador
infantil dice mi padre que es a lo que me dedico. Sus comentarios son muy
cuadrados. Debe ser porque no quise estudiar la carrera de economía como él.
Para que hacerlo, si toda su generación ya ha devastado el futuro de mis
nietos, si es que los tengo le contesto siempre.
Tal
vez me has visto en la televisión local. Uso un antifaz. Mi pareja es un
encapuchado de rojo.
Nos
dicen los malandrines.
Esta
es nuestra tercera televisora. De la primera salimos cuando la dizque dueña de
la nuestros personajes nos tranzó con un mes del sueldo de las piñatas y de la
compensación que nos daban por aparecer con ella y su clan de entretenedoras a
cuadro.
Luego
en la segunda televisora nos dijeron van a estar a prueba, mientras se
soluciona el problema de quien es el poseedor legal de los derechos de los
personajes. Les vamos a facilitar el departamento jurídico.
Así
nos tuvieron un año completo apareciendo en la barra infantil. Mientras nos
manzaneaban con los avances del caso.
Nos
dimos cuenta que desde que habíamos entablado la querella ya llevábamos la
ventaja, las antiguas patronas no se quisieron presentar en la sala de
arbitraje laboral.
Ganamos
por default. Los de la televisora lo sabían y no dijeron nada todo ese año.
Al
tener indicios de ese acto de deshonestidad les dimos las gracias y nos pusimos
en pláticas con la otra televisora que nos permite llegar vía satélite a todo
el país.
Ahora
si a las ligas mayores le dije a mi compadre Malandrín.
Desde
que entramos a la oficina del productor olía a pachuli. Se me hizo muy raro que
tuviera tantas imágenes de personajes africanos.
Son
yorubas, me dijo el papirrin, como le dicen al productor.
Todo
artista que cae en sus manos, o creativo, lo catapulta al estrellato. Le dicen
que es el rey midas del entretenimiento.
Por
eso se me hizo raro que cuando firmamos el contrato nos lo pidió que fuéramos a
las tres de la mañana.
Comenzamos
el día primero del mes. Dice que ya lo había consultado con su asesor
profesional.
Que
veníamos tan bien aspectados que nos
convertiríamos en el nuevo suceso nacional del entretenimiento infantil.
A
nuestras antiguas patronas en el transcurso del primer mes les quitamos el
primer lugar, tan fácilmente, que dicen que la mayor de ellas tuvo que
programar una cirugía estética porque se le había fruncido el seño y la
sonrisa, que todos comenzaron a decir que tenia cara de mal cogida, que asi no
podría seguir apareciendo a cuadro.
Que
se tomará unos días libres y que procurara hacer algo para suavizar la imagen.
Lo
hizo solo que le inyectaron tanto botox en la clínica, que cuando parpadeaba un
ojo, el izquierdo, quedaba totalmente y volteado, eso terminó de ahuyentar la
audiencia.
Para
nosotros mejor. El rating sigo subiendo.
Comenzamos
a tener la buena vida que es la que aparece como una aura cuando tocas el
rating más alto en televisión abierta.
Salir
por las noches con las edecanes del programa de concursos. Las chichonas y las
nalgonas que nos decían para todo mis reyes. Son los reyes de la teve.
Nos
íbamos a bailar a sus departamentos. Tomar champagne y tener sexo sin
protección.
Luego
comenzaron a llamar la atención las mamás de los niños que visitaban el
estudio.
Nos
daban sus números celulares. Las invitábamos a pasar al camerino. Ahí mero las
apapachábamos. Eso es felicidad y éxito.
Todo
nos salía sobrando.
Mas
felices que el presidente, mas contentos que el productor.
Comenzamos
a llegar tarde a los llamados para grabar. Nos importaba poco atender. Si ya
estábamos en el tope, que más.
Tal
vez tele nacional.
Y lo
fuimos. Asistimos a probarnos. Y gusto.
Solo
que cambiar de residencia no es lo mio.
Soy
grande en el rancho, para que cambiar a la ciudad.
Si
lo que necesito esta a minutos.
Dice
nuestro representante que fue nuestro error. No hacer caso.
La
vocecita apareció un domingo por la mañana. Cuando me disponía a ir por la
barbacoa para desayunar.
Mata
a los del canal. Mátalos a todos. No dejes uno vivo. Te tienen envidia. Sin ti
son unos muertos de hambre.
Y
aquí estoy ahora, sentado en el consultorio, esperando turno para entrar con el
asesor espiritual del productor.
Dicen
que un espíritu maestro del mal se ha posesionado de mi personaje.
No
lo se, solo que no puedo quitarme el antifaz, que se quedó pegado.
Eso
y la vocecita que me dice, mátalos a todos.
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